Estoy de
vacaciones, pero eso no quita que les pueda seguir contando los relatos de Doña
Lupe, ella es una mujer ya viejecita, un tanto regordeta, pero con una memoria
bárbara, se acuerda de cada detalle que ya quisiera yo a la hora de los exámenes
, ¿a ti no te pasa?a mi a veces se me olvida todo; a Doña Lupe no.
Resulta que
le pregunte por la maestra aparecida, la que dicen que mataron ahí en la
escuela y que se aparece de vez en cuando diciendo: azotea es con z, ventana con v y
Guadalupe se escribe con geeee, inmediatamente Doña
Lupe miró para sus adentros, agitó un poco su memoria, buscó entre sus
recuerdos y empezó a relatarme lo que pasó hace muchos , pero muuuchos años,
cuando ella era joven y sus piernas no le dolían.
El barrio se
llenó de niños y se instaló una escuela, era una escuela normal, así como son
todas las escuelas, con pizarrones, bancos, patio, bandera, niños y todo,
absolutamente todo lo necesario para iniciar un ciclo escolar, ¿si sabes lo que
es un ciclo escolar? es el tiempo en que inicias y terminas un año de estudios.
Bueno el caso, es que ya se tenía todo lo necesario pero faltaba un detalle, lo
más importante: la maestra.
¿Quién iba a dar la clase?, ¿Quién iba a
castigar a los niños por no hacer la tarea?, ¿Quién iba a usar el pizarrón si
no había maestra?, naturalmente pusieron un aviso en la puerta de la escuela,
con grandes letras y horribles faltas de ortografía:
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¿Te das cuenta? … si que era necesario una maestra para el
barrio, casi todas las vecinas fueron a querer ocupar el tan urgido puesto,
hasta Doña Lupe que apenas sabe escribir fue, pero nadie tuvo éxito, a todas
les hacía falta algo. Como las clases debían empezar y el tiempo se pasa
volando, Don Tomás el juez del barrio, pidió a sus jefes del gobierno que le
mandaran una maestra, y así fue. Llegó al barrio una maestra un tanto
misteriosa, pues aunque hacía mucho calor , esa mujer, dice Doña Lupe, siempre
traía suéter y calcetas largas, solo de verla daba más calor, caminaba por toda
la colonia para llegar a la escuela y todos los días se quedaba hasta altas
horas para revisar punto por punto y coma por coma; una de esas tardes que se
quedó a revisar exámenes, un ladrón brincó por la azotea y de varios saltos
alcanzó a entrar por la ventana del único salón donde se encontraba la única maestra, la pobre
mujer se impresionó tanto, que le dio un infarto. Doña Lupe dice que el ladrón
no le hizo nada, que realmente solo entró para darle un sustito, pero la pobre
maestra no aguantó y se murió sola. Ah, también dice Doña Lupe, que al parecer
el ladrón era una mujer…
Y la verdad es que yo me pregunto…¿Cómo sabrá tantos detalles
Doña Lupe?
Mónica Ochoa
Muy interesante maestra, sólo que a mis hijos y a mi nos quedo la duda ¿porque traía suéter y calcetas largas si hacia mucho calor? por favor díganos ja ja ja
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