sábado, 11 de febrero de 2017

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CICLO ESCOLAR 2016-2017

Educación en el Imperio Inca


La educación en el Imperio Inca siguió los lineamientos de la sociedad clasista, esto es, únicamente la clase noble tuvo acceso a una educación esmerada que la preparó para el ejercicio de la labor gubernamental, en cambio, la clase popular recibió una educación enteramente práctica.

EL YACHAYHUASI

El Yachayhuasi, o Casa del Saber, fue el centro de enseñanza para los jóvenes, integrantes de la realeza y de la nobleza que allí acudían para ser preparados como clase dirigente a cargo de los maestros o Amautas. El funcionamiento del Yachayhuasi empieza con Inca Roca, quien fundó escuelas de este tipo en el Cusco; con el correr del tiempo y a medida de la expansión imperial la educación en este centro de estudios y preparación se oriento, básicamente, a cuatro aspectos: lengua (quechua), religión (dios Inti, Sol), manejo e interpretación de quipus (contabilidad y estadística) y una historia militar (vinculada a las figuras y actos heroicos de los antepasados). A esto se agrega el cultivo de la parte física y la estrategia militar que todo noble debería dominar de tal suerte que, al término del ciclo de estudios, se encontraban preparados para la ceremonia del Huarachico que los habilitaba como nobles capacitados para asumir funciones del gobierno.

EL ACLLAHUASI

Era el centro de formación femenina. Es la Casa de las Acllas o Casa de las Escogidas. Si bien es cierto que existieron acllahuasis en provincias, el principal de ellos se encontraba en el Cusco, en lo que hoy es el Convento de Santa Catalina. Este Acllahuasi era un recinto rodeado de elevadas murallas; en su interior contaba con extensos jardines, arboledas y amplias mansiones donde vivían las acllas o muchachas más bellas del Imperio, seleccionadas por sus encantos, habilidad y capacidad por funcionarios especiales llamados Apu-panacas En el Cusco existieron más de tres mil de estas doncellas divididas en tres categorías: las exclusivas para el servicio y atuendos del Inca, las que se entregarían como premio para esposas de los nobles y hombres de mérito, y, por último, las destinadas a servir en el culto y la religión. Estas últimas eran, específicamente, las denominadas Vírgenes del Sol, no deberían tener contacto mundano, ni aun el propio Inca podía visitarlas, deberian conservarse puras y se dedicaban a la confección de implementos y enseres para la religión y sostenimiento del culto.


acllahuasi pachacamac
Acllahuasi de Pachacamac

LAS CIENCIAS

Durante el incanato se cultivaron diversos aspectos científicos entre los cuales cabe mencionar:
  • La filosofía, que buscó una interpretación del mundo y de la vida en base a sus creencias religiosas.
  • La cosmología, que buscó interpretar la forma de la creación del mundo inca bajo la concepción del hacedor Wiracocha.
  • Astronomía, basada en el estudio de los movimientos de los astros como factores determinantes en el proceso de siembra y cosecha.
  • Medicina, pese a que estuvo ligada a la magia y a la hechicería, sin embargo, utilizaron el poder medicinal de algunas plantas como la coca, la huamanripa, el jeto-jeto etc. Habían curanderos especializados que al aplicar sus bebidas en los pacientes, obtenían excelentes resultados.
  • Cirugía, fueron magníficos cirujanos, al igual que los hombres de la cultura Paracas, especializados en la trepanación craneana. Esta clase de intervenciones en el cráneo se explica, sobre todo, por las acciones de guerra y las armas de los ejércitos que ocasionaban contusiones y fracturas que motivaban la operación. Como implementos de cirugía utilizaron finos enseres que tenían como base la piedra de obsidiana.
  • Ingeniería, que se basó en cálculos y orientaciones de orden matemático para realizar las construcciones arquitectónicas así como también para la construcción de los andenes y los canales.


educacion rural


LA MORAL Y LOS DELITOS

Durante el incario todo estaba regido por normas o leyes, lo que constituye un verdadero Derecho. Pero conviene añadir que este Derecho no estaba compilado, reunido en un código, como sucede en la actualidad, era más bien un derecho impuesto por la costumbre y que se traducía por la misma organización imperial. Cada uno sabía lo que debía y lo que no debía hacer.
El respeto, el amor y la estimación al prójimo, como elementos bases de la moral, estaban sintetizadas y condensadas en sabias máximas que, no obstante ser simples y sencillas, eran lo suficientemente prácticas para el ejercicio del hombre y su desenvolvimiento dentro de la colectividad.
Estas máximas fueron;
— Ama súa (no seas ladrón).
— Ama kella (no seas perezoso)
— Ama Hulla (no seas mentiroso).

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