Con tus manos de trabajo
acaricias mi pelo,
en tus ojos de sueños...
por las mañanas me reflejo...
Quiero guardarme tu rostro,
en la memoria y recuerdos,
para cuando sea grande, tu me des siempre consuelo...
No te vayas de mi lado,
dime siempre que me quieres,
arruyame como tu niño,
en tus grandes brazos fuertes...
No te olvides que te sigo,
no te olvides de quien eres...
yo seré siempre tu hijo,
y tu seras siempre mi héroe.
Mónica Ochoa
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